ECOSOCIALISMO O NEOBARBARIE - Andrés Lund Medina

I. “Eco” y “socialismo”

El término “Ecosocialismo” pretende unir dos palabras -“ecología” y “socialismo”- para crear un nuevo significado, un concepto diferente, un pensamiento cargado de reflexión, de análisis, de crítica y, también de utopía.

El “eco” de la primera parte de este neologismo alude al oikos, a la casa humana, es decir: a la Naturaleza y a la Sociedad, a la relación del ser humano con la Naturaleza. La prioridad de este oikos en el nuevo término subraya, de entrada, la centralidad de los problemas ecológicos en cualquier reflexión sobre un proyecto social global. La segunda parte de este nuevo término, “socialismo”, remite a un proyecto social que pretende trascender al capitalismo, instaurando una sociedad más libre, justa e igualitaria. Sin embargo, el que se le coloque después del “eco” significa que ese “socialismo” quiere ser diferente y subordinado al cuidado del oikos.

El “eco” remite a lo que es (al oikos que habitamos), en cambio “socialismo” apunta a lo que no es pero debe ser (a la utopía); la palabra “ecología” alude a problemas, desastres, crisis ambiental; “socialismo” quiere significar a una sociedad capaz de superar los problemas (sociales y ambientales) que el capitalismo no puede solucionar. El ecosocialismo quiere plantearse como una propuesta de solución global de los problemas ambientales y como una alternativa al capitalismo.

Uno de los forjadores de este proyecto de Ecosocialismo, Michael Lowy, dice: “Cuando el tema es ecología y socialismo, lo primero a considerar es hasta qué punto la razón capitalista está llevando a nuestro pequeño planeta -y a los seres vivos que lo habitan- a una situación catastrófica desde el punto de vista del medio ambiente, de las condiciones de supervivencia de la vida humana y de la vida en general.” (1)

Para él, como para otros ecosocialistas, el oikos que habitamos los animales humanos y el conjunto de seres vivos no humanos, nuestra “Patria-Tierra” como la llama Edgar Morin, está siendo saqueado, destruido y desequilibrado por la “racionalidad capitalista” a un ritmo tan intenso y en proporciones tan vastas que puede conducirnos a un suicidio (de la especie humana) pero también a un ecocidio (como ya ocurre en amplias regiones del planeta), e incluso a un “terricidio”. Para los ecosocialistas, el origen y la causa de la crisis ecológica es el capitalismo. Así lo manifiesta Lowy:

“Actuando sobre la naturaleza y su equilibrio ecológico, el régimen, con su imperativo de expansión constante de la rentabilidad, expone los ecosistemas a contaminantes desestabilizadores; fragmenta hábitats que han evolucionado durante eones para permitir el florecimiento de los organismos, despilfarra los recursos y reduce la sensual vitalidad de la naturaleza al frío intercambio requerido por la acumulación de capital.” (2)
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1 comentario:

  1. Señor Andrés, es muy triste y desalentador comprobar, sobre cualquier terreno y ámbito que --aun habiendo fracasado el marxismo y el leninismo en el poder omnímodo del imperio ruso bajo el nombre de Unión Soviética-- todavía se esté tratando de hacer ver que ese sistema, que no era otro que un fascismo de izquierda, tan malo para la clase trabajadora sin estudios medios... como el fascismo de derecha, es en estos tiempos una alternativa al capitalismo. Ya tuvo la ocasión de demostrar que era mejor orden social, en todas sus formas, que el del capital. Y en lugar de esto, lo que hizo fue, en todos los países que dominó a sangre y fuego, como cualquier tiranía, crear un ejército y una policía que absorbían más del treinta por ciento del presupuesto nacional. ¿Y todavía pretendéis que vuelva, aunque sea con otro rostro? ¡No!
    El capitalismo es despiadado con la clase trabajadora; sólo vive para explotarla y aumentar las diferencias personales, dejándola en la marginación. ¡Sí! Pero con todo y con eso, dedica mucho menos presupuesto al ejército y a la policía, ya que su sistema no es expansionista ni policíaco, aunque intervenga en conflictos que dejó encendidos la dictadura férrea de los mal llamados soviet.
    Se ve que os gusta vivir en dictadura, pero no para sufrirla, sino para maltratar a los indefensos productores, del campo y de la ciudad, dado que vosotros poseéis una cultura universitaria; y por lo mismo, consideráis al proletariado inferior, con "derecho", únicamente, a recibir lo que le queráis dar, sin que pueda exigir lo que es justo y humano. Esta es al alternativa de que tanto habláis. Pero, por desgracia ingénita, siempre encontráis incautos que os siguen, creyendo en vuestra sórdida demagogia. La maldad está en todos los partidos que buscan Poder, tanto da que sea capitalista como "comunista", anarquista o "liberal". Esta no es manera de cambiar la sociedad a favor de los desposeídos y/u obreros.

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